¿Debemos obsesionarnos por correr un 10K? ¿Es la distancia por la que tengo que empezar a competir? A continuación os mostramos qué pasos hay que seguir para abordar a esta distancia.
Para algunos de vosotros será una prueba que podamos usar como entrenamiento para una media maratón, maratón, 15K, como un día más dentro de la planificación de cara a un objetivo mayor. Para otros, será el objetivo del año, vuestro primer objetivo, vuestra meta personal que os lleva rondando la cabeza mucho tiempo, pero no por esto debemos obsesionarnos en querer correr un 10.000 ahora que vamos a empezar nuestra vida como runners.
Parece que ahora mismo para estar dentro de la fiebre runner, debemos de tener en nuestro palmarés deportivo todas aquellas carreras de 10K que se corran a nuestro alrededor, pero para ello habrá que tener en cuenta algunos factores antes de comenzar.
Para muchos que empezáis a correr, será un esfuerzo que suponga más de 50 minutos de carrera. Tiempo para el cual hay que acostumbrar a nuestro cuerpo, a nuestras articulaciones a esfuerzos de tal calibre, no podemos pedirle que de la noche a la mañana pase de no haber corrido un ratito a correr más de 50 minutos. Es como si un alpinista intenta ascender cualquier cumbre a altitudes por encima de 8000 m de una sola tirada, no podrá porque el cuerpo es sabio y sabe hasta dónde puede llegar y nos avisa.
No con esto queremos decir que sea imposible, no es así. Simplemente se trata de llevar a cabo un proceso gradual, un periodo de adaptación durante el cual vayamos aportándole a nuestro organismo pequeñas dosis de kilómetros y ejercicio para que vaya siendo capaz de asimilarlas y prepararse para más acción.
Para ello, contamos con muchas opciones de carreras, marchas, de menor distancia que nos podrán servir también como entrenamiento, como por ejemplo las carreras del circuito Divina Pastora, carreras que están entre los 4.000 y 6.000m.
Una vez superemos este paso, podremos plantearnos un objetivo de 10K, un objetivo que para todos es posible, pero que para conseguirlo hace falta de un correcto asesoramiento deportivo, planificación deportiva que nos conduzca por el mejor camino para alcanzar dicho objetivo.
Y si una vez superado, nos sabe a poco, con más entrenamiento, esfuerzo y dedicación podremos seguir consiguiendo más retos y ampliando distancias. Pero siempre teniendo en cuenta la progresión.
Nos vemos en la salida… ¡y en la meta!
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