Llega el buen tiempo y con ello las ganas de salir de casa y disfrutar al aire libre.
Y la mejor forma de disfrutar de la naturaleza es haciendo deporte.
Te beneficiarás de una mejora en tu sistema cardiovascular, tonificarás tus musculos, desconectarás del trabajo y de los problemas y sobretodo conseguirás tener una sonrisa dibujada en la cara cada vez que termines el entrenamiento y veas de lo que eres capaz.
¿En que consiste el entrenamiento total?
Es tan fácil como calzarte las zapatillas, abrir la puerta de casa, dejar dentro los problemas, cerrar la puerta y echar a correr.
A partir de ese momento ha empezado tu sesión de entrenamiento.
Relájate, disfruta, fluye… el ritmo y la intensidad lo marcas tu, ahora solo tienes que aprovechar lo que ves a tu alrededor:
– Escaleras
– Bancos
– Columpios
– Cuestas
– Piedras
– …
El límite lo pone tu imaginación.
Un ejemplo de sesión sería 45′ de carrera buscando desnivel, tanto a través de cuestas como de escaleras.
Cuando veas un banco, realiza 10 saltos.
Cada 10′, realiza 20 flexiones.
¿Ves otro banco? Prueba con 15 fondos de tríceps.
Si ves un corredor cercano a ti, aprovecha para realizar un cambio de ritmo y adelantarle.
Métete en un parque y utiliza los columpios para mejorar tu agilidad, esquivándolos y saltandolos.
Si vas por una zona montañosa, aprovecha para mejorar tu propiocepción con un poco de carrera entre las pierdas.
Si eres de zona costera, aprovéchate de la playa.
Como ves, los límites los pones tu, así que mientras utilices el entrenamiento total tu mente se aislará del resto de actividades diarias y conseguirás relajarte mientras trabajas tu cuerpo.
Director General y Entrenador en Sanus Vitae
@sanusvitae #fast
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