Hoy tenemos el placer de realizarle una entrevista a una de las deportistas con más proyección deportiva de Sanus Vitae, Ana Trescolí. Después de muchos éxitos deportivos, esta joven atleta sufrió una grave lesión de rodilla que la ha tenido parada mucho tiempo, pero ahora, una vez recuperada ha vuelto y con más fuerzas que nunca.
Desde Sanus Vitae la animamos a continuar con ese espíritu de lucha que muestra cada día y continuaremos a su lado estudiando sus entrenamientos para poder realizarle un plan nutricional que le haga rendir lo máximo posible.
Buenos días Ana. A pesar de ser una joven atleta, ya cuentas con muchos años de experiencia deportiva. ¿Como fueron tus inicios en el atletismo?
La verdad es que siempre he hecho deporte, empecé haciendo básquet, judo, tenis… Me encantaba correr y saltar y me motivaba mucho la rivalidad y la competición (posiblemente por la » pacifica» competencia que existe entre mi mellizo Pablo y yo). Pero al final me decanté por el atletismo en el año 2004, cuando mi mellizo vio las Olimpiadas de Atenas, y quiso hacer tales proezas, como por ejemplo saltar con una pértiga. Tal y como habíamos hecho toda nuestra vida nos apuntamos juntos a mi primer club, el club atletismo Guadassuar.
La verdad es que no me gustaba mucho eso de correr pero cuando empecé a hacer vallas y saltos me enamoré del deporte, la técnica era tan elegante que quise aprender a hacerlo a la perfección.
¿Y el paso al deporte de alto rendimiento?
Mi paso al alto nivel fue a los 14 años más o menos, puesto que a raíz de una caída y lesión moderada, tuve que renunciar a las vallas y pasé a hacer altura, ya que debido a mi altura consideraban que podría hacerlo bien (por aquel entonces mediría 1.74 más o menos). Además, esta modalidad requería unos entrenamientos más cortos, por lo que yo dispondría de más tiempo para estudiar (a esa edad ya quería estudiar medicina y sabía que la nota de corte era muy alta).
Y así fue, resultó que la altura no se me daba del todo mal, y en mi primer año conseguí fácilmente la mínima para el campeonato de España en pista cubierta y ya en aire libre conseguí mi primer título de campeona de España. A partir de ese momento empecé a entrenar con mi actual entrenador, Jose Peiró, y fue cuando me empecé a tomarme el atletismo mucho más en serio.
Una deportista de tu nivel dedica muchas horas a la semana a los entrenamientos, ¿Como es posible compaginarlo con unos estudios universitarios de medicina?
Pues con mucho sacrificio, y teniendo siempre claro cuáles son mis objetivos. Doy fe de que medicina es una carrera muy dura y que hay que dedicarle mucho tiempo, por ello entrenar por las tardes me proporciona una vía de liberación y de relajación del día de estudio, y eso me encanta. Nunca me ha costado ir a entrenar, y la verdad es que durante este primer cuatrimestre he podido asistir a casi todos los entrenamientos y al mismo tiempo aprobar todas las asignaturas con notables, de lo que estoy muy orgullosa.
Aunque para ello hay que organizarse muy bien y muchas veces hay que renunciar a los diversos planes con tus amigos
¿El deporte es un mundo de luces y sombras, podrías decirnos cuál es el momento que recuerdas con mayor felicidad a nivel deportivo?
He tenido muchos momentos felices, y es que el atletismo me hace muy muy feliz. Durante la mayoría de mis competiciones me he sentido feliz de poder ponerme a prueba y ser capaz de mejorar. Me encantaba concentrarme antes de un salto repitiéndome la frase «tu puedes, tu puedes» , o incluso pegarme en las piernas para motivarme. El hecho de que me pudiese motivar a mí misma y poder lograr lo que me proponía me hacia increíblemente feliz. Sin embargo, recuerdo algunos de ellos con especial cariño, como por ejemplo mi primer título como campeona de España, pero sobretodo el abrazo a mi madre tras proclamarme como tal. También he vivido momentos muy bonitos junto a mi hermano Pablo, como cuando él ganó un encuentro de combinadas internacional. Y es que, aunque el atletismo sea un deporte individual, al final son muchas las personas las que te han ayudado a llegar a tal nivel y siempre te vas a alegrar de los logros de aquellos que conoces, que han luchado por sus objetivos, y como no, el ver a mi hermano conseguir esa medalla de oro me lleno de orgullo y emoción.
Posiblemente el momento que recuerdo con más emoción es cuando me dijeron que podía volver a correr. Para muchos yo entiendo que esto sea una tontería, pero juro que ese día lloré toda la tarde, estaba muy emocionada de haber conseguido mi meta. Y es que cuando más te cuesta conseguir algo, más lo valoras.
Y en cuanto a las sombras, ¿Que momento ha sido el más duro para ti?
Aunque no suelo centrar mi atención en los momentos difíciles, supongo que podría citar el pasado verano, ese campeonato autonómico en que haciendo una prueba de jabalina me lesioné. Recuerdo aquel momento como de total desconcierto, puesto que no sentía dolor físico, simplemente no podía moverme. Al principio creían que no era más que un esguince o lesión de carácter leve, pero la resonancia magnética reveló lo que nadie sospechábamos: una rotura completa de la rodilla, ligamentos y los 2 meniscos. Aquello me dejó descolocada, prefería creer que se trataba de una especie de broma, que no podía ser verdad. Sin embargo, al día siguiente me vi obligada a pasar por un quirófano y después por una intensa y larga recuperación.
Unos de los adjetivos que te caracterizan son joven y con aspiraciones. ¿Como se ve una persona como tu dentro de diez años?
Lo cierto es que soy una persona bastante pragmática: vivo en el presente e intento no hacer demasiados planes para el futuro. Pienso que cada día ya tiene bastante con su afán. Sin embargo, dentro de una década me gustaría haber terminado mis estudios de medicina y estar estudiando la residencia, quizá alguna especialidad como cardiología, u otra similar; pero eso aún está por llegar.
En cuanto al ámbito deportivo, ¡es todo una incógnita! La verdad es que ningún deportista debería poner un límite su práctica, me encantaría poder continuar con mis entrenamientos y es que me resultaría muy duro dejar de entrenar. Aunque todo depende de la evolución de mi rodilla, que por el momento está siendo muy favorable.
Cierra los ojos y cuéntanos cuál es tu sueño deportivo
Supongo que la contestación de todo atleta debería ser el poder asistir a unas olimpiadas. Sin embargo, como ya he dicho, soy bastante pragmática y realista: sé que tras mi lesión tengo muy complicada la asistencia a unos juegos olímpicos, así que me centro en mi meta más próxima, como puede ser volver a un campeonato nacional, y quién sabe si volver a saltar más de 1’80.
Has estado parada durante varios meses debido a tu lesión y en un tu disciplina deportiva es muy importante mantener el peso ideal ya que unos kilos de más son un lastre importante, ¿Cómo has llevado la alimentación estos meses de lesión para no subirte de peso?
Durante estos meses he seguido una dieta que mi nutricionista de Sanus Vitae, Andrea me preparaba. Me era fácil seguirla ya que estaba totalmente adaptada a mis entrenamientos de rehabilitación y sobretodo a mis gustos, ya que en medida de lo posible siempre respetaba todo lo que me gustaba. Gracias a Andrea he conseguido comer más equilibrado y saludable y lo que más me gusta, con muchísima variedad de platos.
Háblanos de la importancia de que un deportista de tu disciplina mantenga un peso ideal adecuado
Creo que en cualquier disciplina es importante mantener el peso adecuado. En el salto de altura, resulta obvio que a mayor ligereza, más fácil será la subida para realizar el salto. Se suele decir que un kilo menos equivale a casi 3cm, por lo que semanas previas a una competición tenía que controlar mucho la dieta. En las combinadas es muy importante estar bien nutridos ya que el esfuerzo y la energía que gastas es muy elevada. Siempre he comparado a los atletas de esta prueba con superhombres, poder realizar tantas pruebas explosivas en tan corto plazo resulta exhaustivo y la recuperación entre pruebas es muy importante para evitar lesiones.
Ya estamos casi terminando…. Vamos a entrar en el tema personal. ¿Un secreto que quieras/puedas contarnos?
Me encantan los entrenamientos lácticos, y cuando hacia altura los echaba mucho de menos, y es una de las razones por las cuales he elegido el 800 y 400 para empezar a competir. Además puedo decir que es muy posible que vuelva a la competición el 11 y 12 de Abril en el autonómico universitario!
¿Y una manía que puedas contarnos?
La verdad es que me encantan las manías, soy muy supersticiosa, y estas me ayudan a prepararme mentalmente para la competición.
Lo cierto es que mis rituales empiezan mucho antes de entrar en la pista. Al levantarme me aseguro de pisar primero con el pie derecho (es el pie con el que salto), después siempre me doy una ducha muy fría para despertarme. Siempre como macarrones con pechuga, y tengo que estar mínimo una hora y media antes de la cámara de llamadas en la pista.
Además tengo mucha manía con la ropa, tengo que ir quitándome ropa poco a poco (los atletas llevamos mil capas de ropa). Empezaría calentando con el chándal y ya al pasar a pista me pondría las mallas largas para calentar, y la sudadera para la parte de arriba. De ahí, cuando caliento con alturas más altas, paso a la camiseta corta.
Cuando entro en competición siempre empiezo con las mallas largas, cuando pasamos a 5 chicas ya me las quito y me quedo en malla corta y ya cuando quedamos pocas, o estoy en alturas altas, paso a quitarme la malla corta y quedarme en bragas.
En cuanto a los saltos siempre hago lo mismo para salir: primero una mirada a mi entrenador, y, al asegurarme que me está mirando, doy un salto de rana y ya me posiciono en mi marca .Doy 2 toques con la punta del pie izquierdo en el suelo y me aprieto la coleta. Cojo aire y entonces es cuando estoy lista para saltar.
Muchas gracias Ana, es un placer para todo el equipo de Sanus Vitae poder acompañarte en la consecución de tus objetivos y esperamos continuar así mucho tiempo.
¡¡Suerte!!
#livesanus
Rubén Gadea Mira
Director General de Sanus Vitae
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