Olor a pólvora, puestos de churros en prácticamente cada esquina de la ciudad y los monumentos en la calle. Podemos dar la bienvenida a las Fallas. Y con ellas a los buñuelos, el chocolate, el alcohol y, en definitiva, a comer mal.
Y es que estas fiestas tan conocidas traen consigo algunos aspectos relacionados con la alimentación cero saludables y que en muchas ocasiones nos resulta difícil evitar. ¿Por qué? Pues porque, vayas por donde vayas, te llega un olor a chocolate y churros que despierta ese hambre que solo se sacia con azúcar.
Probablemente todos sepáis que la forma de preparar los churros, buñuelos y porras es bajo un aceite (que no sabemos de qué tipo es ni cada cuanto tiempo lo cambian) muy caliente en el que se fríen. Por si esto fuera poco, luego le añade un muy generoso extra de azúcar blanco que hace que cuando mastiquemos escuchemos un “crunch crunch” en nuestra boca… Desde el punto de vista de un nutricionista, mi recomendación es que evitéis su consumo.
Otras opciones para comer bien en Fallas
Si vais a ver fallas, el encendido de las luces o vais a estar paseando, una buena opción es llevar alguna pieza de fruta o un puñado de frutos secos. Estos os sacarán de esas tesituras en que nos ponen los puestos que encontramos en cada esquina.
Y ya no solo los puestos, sino de algo que tenemos durante todo el año pero que aumentamos en época de celebraciones: el alcohol. Recordad que el consumo de bebidas alcohólicas no tiene ningún efecto beneficioso para nuestro cuerpo. Además, se trata de calorías vacías con repercusiones muy negativas a nivel de salud que es preferible evitar.
En resumen, debéis tener dos ideas claras: no consumáis churros, buñuelos y similares ni alcohol.
Y, por si queréis, os dejamos aquí ideas para algunos bocadillos sanos.
Arancha Navarrete
Diplomada Nutrición Humana y Dietética
Deja tu comentario