Es prácticamente imposible que durante estas fechas tan señaladas no tengamos a nuestro alrededor una bandeja de dulces navideños (mazapanes, polvorones, turrones, bombones…) que despierten ese apetito repentino que todos tenemos.

Los dulces navideños, para muchos de nosotros se tratan de una tentación que nos hace perder los sentidos. Sin embargo, debemos controlarnos ya que su consumo no se trata de algo beneficioso para nuestro cuerpo.

Aunque se tratan de dulces muy variados, todos ellos se caracterizan por su elevado contenido en grasas, azucares y sobretodo por su elevado aporte calórico, lo cual supone una amenaza directa al organismo.

turrones navidad

Como nutricionista, he de deciros que no deberíamos consumirlos. Sé que es algo fácil de decir pero no de cumplir. Por ello, en caso de que podamos escoger entre toda la variedad que suponen, personalmente os recomiendo que os decantéis por turrones que contengan frutos secos (almendras, nueces, pistachos, avellanas…). Ya que, entre otras cosas nos aportan grasas saludables como omega 3 (beneficiosas para la prevención de enfermedades cardiovasculares). A diferencia de los mazapanes y polvorones que aportan elevadas cantidades de grasa animal y los bombones que para su elaboración utilizan grandes cantidades de aceite de palma por su  excelente punto de fusión el cual le permite estar solido a temperatura ambiente manteniendo esa misma textura untuosa y sedosa.

En definitiva, partiendo de la base de que no se recomienda el consumo de dulces de forma general y teniendo en cuenta que en navidad los vamos a tener presentes en todas o casi todas las reuniones familiares o con amigos, debemos de tener fuerza de voluntad para privarnos de su consumo lo máximo que podamos y tener en cuenta que es preferible el consumo de turrón ante el de mazapanes, polvorones y/o bombones.