La gran mayoría de los alimentos procesados que consumimos están elaborados a partir de aceite de palma y esto se trata de un verdadero problema. En primer lugar porque actualmente su consumo y comercialización no está prohibida ni por la OMS, ni por la FAO, ni por la UE, ni por la misma Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Y en segundo lugar por la composición del mismo.
Hay que señalar que no todos los aceites y grasas vegetales son iguales. Mientras algunos presentan un perfil que podría aconsejarse para alcanzar una alimentación saludable, otros están asociados directamente al posible desarrollo de enfermedades y está completamente desaconsejado su consumo. Y esto último es lo que ocurre con el aceite de palma.
Aceite de palma
El aceite de palma, para aquellos que no lo sabéis se obtiene del fruto de la especie Elaeis guineensis, una palma aceitera de origen africano. A parte del uso en la industria alimentaria, los derivados de este aceite también se utilizan en la industria de la cosmética. Está compuesto en un 50% por grasas saturadas, las cuales generan placas de ateroma que obstruyen las arterias y esto puede derivar en posibles problemas cardiovasculares.
Aunque es malo y nocivo para nuestro cuerpo se continúa utilizando porque aparte de que como se ha mencionado anteriormente no está prohibido, se trata de un aceite extremadamente barato y con un sabor y un punto de fusión excelente, el cual le permite estar solido a temperatura ambiente manteniendo la misma textura untosa y sedosa. De ahí su elevada utilización en confitería formando en numerosas ocasiones la cobertura de bombones, chocolates…
¿En qué alimentos podemos encontrar con facilidad aceite de palma? ¿Y cómo?
Es bastante común encontrar aceite de palma en muchos alimentos, pero donde los encontramos con facilidad suele ser en platos preparados, helados, galletas, salsas, bollería, pizza, chocolate… y no siempre con el nombre de aceite de palma. Cuando veamos en el etiquetado nutricional, concretamente en el listado de ingredientes los siguientes nombres: aceite de palmiste, grasa vegetal fraccionada e hidrogenada de palmiste, estearina de palma, palmoleina u oleína de palma, manteca de palma…significa que ese producto esta laboraddo también a partir de aceite de palma.
Dicho todo esto, es importante que leáis bien el etiquetad nutricional de los diferentes productos y evitéis la compra y consumo de estos, ya que, los efectos que pueden generar su consumo no son beneficiosos, sino todo lo contrario.
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